Las aplicaciones prácticas del huevo en la gastronomía son múltiples, desde su consumo directo dependiendo de la cocción, hasta separando sus partes para diferentes usos como en la cotelería (caso de la clara en el Pisco Sour), pasando por su  puesto por la pastelería.

 

Como ingrediente se utiliza en preparaciones como tortas, aportando no solo sabor sino textura gracias a su capacidad emulsionante, y donde su clara actuar como leudante.  También posee cualidades de adhesiva, espesante, espumante, emulsionante, colorante, aglutinante, coagulante y gelificante.  Adicionalmente se puede usar la clara  para glasear las preparaciones a fin de que otorgue un acabado brillante.

 

Las claras pueden usarse como base de preparaciones, como los populares suspiros o merengues. 

 

Durante la fabricación del vino se agregan claras de huevo a fin de que las impurezas que pueda tener sean prendidas a éstas, en un proceso llamado clarificación del vino.