En la actualidad la percepción popular hacia el azúcar ha desmejorado por las múltiples publicaciones que asocian su consumo a problemas de salud como aumento de peso, trastornos metabólicos, diebetes, problemas cardiacos, hiperactividad (en especial la infantil) y hasta el cáncer. 

 

Si bien es cierto que en muchos de estos caso está comprobada la relevancia del consumo excesivo de azúcar con los  problemas de salud, esto es un llamado a usar las medidas correspondies para evitar los efectos contraproducentes.

 

Lo anterior a dado lugar a que en el mercado actual se encuentren gran variedad de productos endulsantes, unos por la línea de los productos más naturalez como no procesados (como miel, panela y similares) y otros por la de los endulsantes no calóricos (como los derivados de  estevia, edulcorantes sintetizados y similares).  Sobre el uso de estos últimos no me atrevería a dictar un diagnóstico de sus supuestas ventajas sobre el azúcar común o que no generen otros problemas de salud.